Casas extrañas

Las casas encantadas no son únicamente un producto de la industria cinematográfica. Al parecer ya existieron construcciones 'malditas' en épocas remotas.

Así lo relatan mitologías como la babilónica, griega, romana... sólo que estas culturas creían que los autores de las fechorías en los hogares eran una suerte de genios a los que reconocían con distintos nombres: trasgos, dimmus, lamias, kobbold...

La superstición popular llegó a aceptar la existencia de estas entes e incluso les atribuyeron características similares a "juguetones" o "ruidosos".

Al fin de cuentas nadie piensa que el propio edificio tenga vida, sino el ser o seres que supuestamente lo moran...

¿DESDE CUÁNDO?

Aunque, como casi en todos los fenómenos paranormales, no se sabe a ciencia cierta cuándo se produjo el primer caso de “casa encantada”; lo que si se tiene son noticias de algunos sucesos ocurridos ya en la antigua Grecia. Y, a pesar de que muchas de las historias que han llegado a nuestros días pudieron ser tomadas como meras supersticiones son algunos los casos relatados por personajes conocidos por su erudición. Lo cual nos hace pararnos a observar, entre líneas, que el fenómeno pudiera darse en esa etapa de la historia.

Ocurre así, lo acontecido en casa del filósofo Atenodoro en Roma, comentado por Plinio el Joven en una de sus obras. En casa del pensador comenzaron a acontecer una serie de hechos inusuales que iban desde apariciones hasta sonidos de cadenas chocando y deslizándose por el suelo. Posteriormente apareció lo que se tomó como el espectro de una víctima de asesinato. El espectro supuestamente dio al dueño de la casa instrucciones precisas para que éste encontrara sus restos óseos.

En el año 335, en la población alemana de Bigen-Am-Rhein se constató una lluvia de piedras que caían en el interior de la estancia de una casa y unos ruidos extraños.

...AÑOS DESPUÉS...

Siguieron registrándose casos de poltergeist, sobre todo a lo largo de los siglos XVIII y XIX, época de oro de lo paranormal. Sucesos que en muchas ocasiones fueron investigados por personajes célebres de aquellos tiempos.

En el siglo XVIII, se puede resaltar el conocido fenómeno ocurrido en la rectoría inglesa de Epwort, Lincoln. Estudiado por el químico y teólogo británico Joseph Priestley -descubridor del oxígeno-. Se caían cristales emplomados de los ventanales, voces desgarradoras se dejaban oir mientras se movían los muebles solos.

De los principios del siglo XX se puede destacar el caso de la abadía inglesa de Borley, investigado por Harry Price y un numeroso equipo de ayudantes. Los objetos volaban libremente y aparecían los espectros de una monja y un capellán, así como un coche de caballos fantasmal. Se descubrieron además pasadizos secretos y restos humanos, antes de ser encontrada la causa de los fenómenos en 1939 la abadía ardió con sus enigmas ocultos para el resto de los tiempos.

Gracias al doctor Joseph B. Rhine, los sistemas de experimentación a partir de 1953 sufrieron los métodos de investigación estadística cuantitativa, lo que hoy en día hace cambiar la forma de ver el fenómeno dentro de la metodología científica. Aún así, y a pesar de los casos que se dan anualmente a lo largo y ancho del orbe terrestre, los fenómenos de casas encantadas, poltergeist y de fantasmas siguen causando escepticismo en algunos sectores como el científico. Y es que resulta harto complicado desde el punto de vista racional aceptar que estamos acompañados por entes distintas a las conocidas, que para colmo parecen dominar planos interdimensionales y que encima, en muchos casos, muestran una aparente voluntad propia para influir en los humanos. Por eso para la comunidad científica se ha hecho más fácil, ya que no podía negar las evidencias, el tomar como válido el fenómeno siempre y cuando se determine a priori que el causante es un ser humano vivo y que los hechos se produzcan a través de la capacidad energética que contiene el cerebro del hombre. Cerebro que poco a poco va abandonando su faceta de gran desconocido y por consiguiente dando como resultados humanos hechos que hasta hace poco se tenían como enigmáticos y misteriosos.

En resumen, lo que es por si complicado, podemos decir que hoy al igual que ayer se 'acepta', el fenómeno poltergeist, pero la discusión radica en aclarar su causa inicial. Ayer las mentes sencillas y dogmáticas relacionaban los hechos de esta índole con mitos (duendes, espíritus, entidades, etc), actualmente la Ciencia, racional y neoantropocéntrica, atribuye la génesis de los poltergeist a la acción del "dios hombre".

POLTERGEIST, Actualidad del fenómeno, ¿visión científica?.

Después del "riguroso" estudio de la casuística se ha optado por creer que el agente causante inductor de la mayoría de casos poltergeist es una persona. Por lo general, un joven o una joven en su fase de pubertad, en la cual se producen alteraciones emocionales o pasa por períodos de estrés, viviendo un síndrome psicopatológico acusado, capaz de producir una descarga alterada de su energía psíquica (psicorragia), mientras paralelamente sufre, además cambios hormonales o biológicos a nivel orgánico.

Partiendo de esta premisa, dos estudiosos, el Dr. William Roll de la Phisical Research Foundation de Durham y el Dr. J.G Prat de la Universidad de Duke, ambas en Estados Unidos, revisaron 116 casos de casas encantadas, encontrando que en al menos 32 de ellas el causante era uno o varios jóvenes afectados por problemas emocionales, lo que les llevaba a producir psicokinesis de una forma involuntaria. Los fenómenos desaparecieron cuando éstos mejoraban. Pero seamos coherentes, no todos los poltergeist tienen un origen aparente y ni mucho menos un comportamiento idéntico. A pesar de que los casos tengan muchos puntos en común.

INFESTACIONES O ENCANTAMIENTOS

Apariciones fantasmales dentro de una casa o apariciones de entidades dentro de un sensitivo pueden estar indicando un caso posible de infestación. La casa o lugar puede entonces tener vida propia, a modo de una energía ajena a la materia, pero que lo impregna todo, incluso lo que el edificio puede contener.

Se habla así de un tipo de energía que, al parecer, a estado en una “fase latente” hasta haber sido activada, casi siempre con la presencia de un sensitivo. Se ha llegado a pensar que las impregnaciones pudieran ser cargas concentradas de energía que en su momento fueron abocadas de una forma anómala: un trauma, un sufrimiento, accidente, muerte violenta, etc... Siendo más potente y persistente cuanto mayor fue la causa. Es como si de una placa fotográfica se tratara, y que se halle en negativo, pero impresionada, hasta que un agente externo accione su revelado. Pero para aceptar esto habría que empezar por asumir también que la realidad que nos envuelve no es única, ni fija, sino que está formada por otras, llamémoslas planos, superpuestos los unos a los otros. Que además cada plano posee su propia onda vibratoria y su medida espacio-temporal.

Esto explicaría la presencia, en ciertos lugares de apariciones espectrales. Pero desgraciadamente todo esto es todavía hoy indemostrable, al menos de forma tangible, ya que lo que si ha podido ser registrado por medidores de frecuencia, son cambios a nivel energético dentro de algunas de las 'casas encantadas' que han sido estudiadas.

LOS DESENCANTADORES DE CASAS

No se trata del título de una película de la Serie-B, aunque el tema ha sido rescatado por el cine en repetidas ocasiones, ejemplo de ello sería el film dirigido por Steven Spielber, Poltergeist. Donde a pesar de guardar el timo de un guión pre-fantástico, se deja ver un fondo bien argumentado y documentado sobre el fenómeno de casas encantadas.

En la citada película se recoge también una muestra de lo que podríamos denominar una profesión "especial", los desencantadores de casa. Y es que en realidad los hallamos entre la fauna común de nuestro mundo, por muy imaginativo que se nos antoje.

Se trata de personas a las que les fascina el misterio, la aventura y el riesgo. Y han hecho de las actividades poltergeist un campo de estudio sobre las influencias del más allá e incluso de otras dimensiones.

Bajo distinto formato y apadrinados por diferentes ciencias podemos encontrarlos: unos abanderados por la lógica científica, los otros por la esotérica, no dejan de tener algo en común...el deseo de saber que encierra el fenómeno tras de si.

Armados con los más sofisticados productos de la tecnología científica, los primeros, y con sus supuestas facultades mediumnísticas los segundos, forman un nutrido grupo de observación. Y aunque todavía no han dado con la base que encierran los hechos, a ellos les debemos las hipótesis surgidas sobre el tema.

A parte de los dedicados "profesionalmente", deben de ser muchas las personas aficionadas a perseguir fantasmas en su última morada, pues el mercado, lleno siempre de productos inútiles, tiene entre sus catálogo algún que otro artilugio para cazar fantasmas y limpiar hogares de inquilinos molestos. Aunque no todos lo son y sino que se lo digan a los patrocinadores de los tours que recorren algunos castillos presuntamente encantados. Y es que el marketing y el dinero siguen siempre caminos inescrutables.

POLTERGEIST

En la actualidad se reconoce el fenómeno de casa encantada bajo el nombre técnico de poltergeist. Término de etimología germana que significa "Duende burlón, espíritu ruidoso o juguetón". Cuando utilizamos ese vocablo estamos describiendo un grupo de efectos extraños

y fenómenos aparentemente extraordinarios que se producen en un marco físico concreto: alteración de los circuitos eléctricos, desplazamiento de objetos, ruidos extraños, cosas que se rompen sin más, etc. Todo ello sin que nadie lo provoque a priori intencionadamente.

UN CASO PARA PENSAR

En la localidad alemana de Bergzaben (Baviera Renana) extraños fenómenos comenzaron a registrarse en la casa de Pedro Sanger, fue a partir del 1 de enero de 1852. Las primeras manifestaciones del fenómeno se produjeron con fuertes golpes, martilleos continuados.
Todo sucedía cerca de la cama donde dormía un hijo de 11 años de los Sanger llamado Felipe. El tabique de la habitación se llegó incluso a derrumbar.
Aunque la policía llegó a sospechar del retoño de los Sanger nunca se pudo comprobar que éste fuera el causante físico de los hechos ni tampoco pudieron dar una explicación coherente a la causa de los mismos.

UNA CURIOSA HISTORIA

En tierra de olivares, un camino empedregado hacia la ermita. Noche cerrada. Córdoba, más concretamente Baena. En las afueras los restos del antiguo asentamiento romano de Iponuba. Entre la población y las ruinas queda la ermita que llaman de Los Ángeles. Por el camino baja el hombre, curtido y labriego, con su moto. Va pensando en cosas del campo, cuando extrañado ve que la puerta de la ermita está abierta. Quedan metros para llegar. De repente, se le cruza un pavo degollado. No puede evitarlo y del susto cae de la moto. Obligado por las circunstancias se encamina a pedir ayuda a los que cree en el interior del sacro lugar. Abre despacio. Tiene una rara sensación. Junto a una imagen sagrada, ora un bizarro ermitaño, de ropas raídas y pies descalzos. El campesino se queda estático, cuando lo ve difuminarse lentamente delante del altar. Y es que se habla mucho de esa ermita, no son pocos los que han visto al animal degollado. Ni tampoco es uno el que a visto al ermitaño. Sonidos extraños, fríos aparentes, hacen que el caminante sienta miedo al pasar junto a la ermita.

Hasta 1949 los investigadores de la metapsíquica llegaron a examinar 385 casos de lugares encantados, de los cuales, según el investigador Herewards Carrington, 26 fueron fraudulentos, 29 dudosos o de causas naturales y 330 absolutamente inexplicables.

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el tío Mors.